lunes, 29 de agosto de 2011

EL INICIO DE LA VIDA ES UN RULO


El inicio de la vida es un rulo desde el mismo acto amoroso, desde los progenitores enrulándose en una posición horizontal, enrulándose desde los brazos, abrazándose, el espermatozoide dirigiéndose en forma de rulo hacia un óvulo que viaja en forma de rulo hacia su encuentro.
Llegado al encuentro de dos células, una hacia la otra, se dirigen desenrrollandose para formar otro rulo único, mezclándose, enrulándose nuevamente para formar un ser, enrulado.
Las divisiones celulares se dan, desenrollándose la cadena de ADN, para volver a enrollarse y se forman dos, cuatro, ocho, dieciséis y así sucesivamente formar órganos complejos como el cerebro, corazón, hígado, páncreas; que son órganos únicos y vitales.
El órgano comandante de todo el sistema es el cerebro, nótese que en su aspecto externo, también está enrollado con cisuras y circunvoluciones.
En su aspecto microscópico se observa una gran maraña de cables, células con puntas conectadas entre sí, enrolladas que forman la sustancia o materia gris y los cables enrollados se dirigen hacia la base del cerebro, que suben y bajan información, enrulada, llamada sustancia blanca.
Se dice que el pensamiento racional proviene de la enrulada sustancia gris que contactando con los neurotransmisores, sustancias químicas enruladas, forman enrulados circuitos de pensamientos.
Los pensamientos se exteriorizan por palabras, gestos, miradas, posturas; todas enruladas.
Los seres humanos nos entendemos enrolladamente, desenrollando nuestros rulos podemos hacer más fácil en entendimiento con los demás, eso puede lograrse con la empatía, el ponerse en el lugar del otro para poder entenderlo, facilitaría la comunicación.
Para poder entender el rulo de los otros se debe estar desenrollado mentalmente, sino se pierden comunicaciones importantes para el buen entendimiento humano.
Tomar conciencia del rulo propio, es estar desenrollándose.

José Luis Senlle.
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miércoles, 10 de agosto de 2011

PENSAR EN GRANDE


A mis cuarenta y cinco años, con la barba blanca y algunas arrugas en la frente; debo admitir que mis errores me han envejecido, que a ésta edad no puedo corregir muchas cosas mías ni la de terceros. Cuando uno pretende trabajar y más si es en equipo, se amolda a lo que es el equipo, tendiendo a la empatía natural y la que debe gobernar, colocándose a las órdenes del jefe.
Cuando un jefe no posee la empatía que debe tener para su puesto, deja de ser jefe para ser mandatario, o sea, el que manda, éste a su vez, solo le deberá explicaciones a su jefe inmediato y trasmite las órdenes sin ponerse en el lugar del trabajador, en éste caso el mandado.
En un sistema despersonalizado, los mandados pasan a ser autómatas o sirvientes del sistema, cabe entonces la pregunta… ¿Dónde quedó la empatía?
Cuando un trabajador piensa, deja de ser trabajador para formar parte del equipo, en mi caso, de salud; cuando un trabajador piensa, pretende que se lo respete y que se lo integre al sistema de trabajo, ya que desde cualquier punto de vista, todo sistema es mejorable.
Si el que manda, no piensa, es pasado por arriba por el trabajador pensante; el mandatario se siente disminuido por el trabajador, entonces lo saca del sistema sin motivo, buscando excusas que el trabajador pensante no entiende.
El trabajador que piensa, queda fuera del sistema, con muchas preguntas en su cabeza y una de ellas es… ¿en qué me equivoqué?
Incluso el que piensa se retrotrae hasta la primigenia enseñanza, trayendo valores morales, éticos y de experiencia de sus padres y abuelos, entrando en una crisis existencial y preguntándose para que, o por qué, ¿me enseñaron mal?
Me niego a entender, como si fuera cuestión de voluntad, como puede haber sistemas que reducen la capacidad humana a la servidumbre e inutilidad de los que queremos un mejor sistema.
La estupidez de los jefes, acostumbrados a que no hayan preguntas; el “Yo quiero soluciones, no problemas”, hace que éstos individuos no lleguen a pensar en equipo, sino a cuidar su quinta tan mediocre que no se puede pensar en un país a la altura de las circunstancias. El valor agregado de un jefe es descubrir a un trabajador pensante entre los autómatas, usarlo a su favor, para la mejora continua.
Es más fácil ponerse en el lugar del otro que ver competencia en el otro; un equipo nunca cumplirá objetivos, si no se ve mancomunadamente la meta del equipo.
Cuando un pensante tiene tanto amor para dar y no es bien recibido por el otro, que lo toma como amenaza, el pensante racionaliza los sentimientos y eleva su amor por algo mucho más grande.
Pensar en chico, es achicar el sistema y reducir los equipos de trabajo a meras órdenes de un jefe inútil es inutilizar el sistema.
Cambiemos el sistema o el sistema nos cambia a nosotros y como mis valores morales son innegociables, me voy del sistema para formar otro sustentable y poder llevar nuestra República adelante.

José Luis Senlle
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domingo, 7 de agosto de 2011

DESDE HACE OCHO AÑOS


Escuchando música clásica, con cielo nuboso y el ambiente foráneo frio; leo los diarios y no puedo imaginar lo que pasa en los ambientes políticos, espantado, me largo a escribir unas letras y me pregunto… ¿Dónde quedó la moral? Buscando la respuesta, como si fuera otro, trato de contestarme.
Encuentro varios factores de la crisis moral en nuestro país: Desde el intento de ostracismo en el 2001, hasta ésta parte han pasado varios motivos por los cuales estamos como estamos.
Haciendo un recuento ésa crisis, con el intento que se vayan todos, tocándole los bolsillos a la mayoría de los argentinos; tuvimos dos años de apaciguamiento, adormecimiento; ingenuidad del pueblo argentino de ver un país pacificado.
En las elecciones del 2003, fuimos engañados con un retiro de una segunda vuelta y ganó el menos malo para gobernar.
Néstor Kirchner, con su estilo propio, informal, desarreglado y dando vueltas su bastón de mando, como no sabiendo que hacer con él, tomó a chiste mi país, dejó que tome rumbo solo, no dando información al pueblo de lo que haría y aburrido por no saber, se dedicó a renombrar el pasado como si fuera el presente; abriendo heridas que ya no eran, sino en la conciencia de cada uno y vio la veta armamentista de los años setentas; no ocupándose de lo que tenía que hacer, descolgando cuadritos e incitando a la violencia y separación de los argentinos.
Cuatro años de nuestra vida perdidos por el “divide y reinarás” malentendiendo a un Maquiavelo varias veces leído y mal interpretado.
Llega con él, las crisis de pensamiento y la división de la mentalidad de un buen pueblo, como si fuera una batalla napoleónica divide las fuerzas en lugar de concentrarlas, en tiempos de paz, crea una guerra, inventa un partido, con bases robadas del justicialismo e interviene el mismo, pagándole a sus integrantes para que su elección sea aprobada.
Estuvo cuatro años, hasta su muerte, armando milicias ilegales, desarmando las fuerzas armadas, desmantelando el estado, sobornando jueces, viendo y logrando autenticidad de sus actos, colocando jueces en la corte suprema de justicia, “El” es amo, señor y dueño del cerebro de los jóvenes.
Elije a dedo a “la pinguina”, más platense que “Estudiantes de La Plata”, llegaron a mentirle a toda una sociedad dormida y apaciguada por los quehaceres domésticos.
Cristina Fernández, quien continúa con una política aconsejada por su marido, ya que ella no puede gobernar, ya sea por falta de capacidad, porque no sabe o porque no es, disfruta de una herencia como si fuera María Antonieta, no siendo autóctona de su país.
Luego de la muerte de su marido, le queda la herencia: Un ejército de milicias ilegales, esos obsecuentes que no piensan sino en un futuro para ellos, olvidándose de los hermanos con hambre y dándole migajas sin el esfuerzo del trabajo, igualando a la clase media para abajo y aumentando la riqueza de los ricos, haciendo creer falsamente en un progresismo probo.
Hoy los argentinos estamos desorientados y los que piensan son degradados por jóvenes fanáticos que dicen ser los dueños de la última verdad, sin fundamentos en sus pensamientos.
En ocho años de gobierno han destruido lo mejor que teníamos, el cerebro y la educación de nuestros jóvenes, fanatizados por la mentira, el engaño y la espectacular corrupción nunca vista en nuestro suelo.
Han destruido hasta los cimentos de la educación, el cerebro de los maestros que sufren todos los días tratando de que se los respete, destruyeron el corazón de los médicos para su sanación y a los trabajadores públicos le han impuesto el miedo y el silencio.
De lo resumido, pretendo un examen de conciencia, a cada uno; pensando en el futuro de nuestros hijos, para que ellos no tengan dudas de lo que se pretende, que es vivir en paz y prosperidad; que piensen que el progresismo es elevar la clase baja, que la clase media sea alta y que la alta siga siendo alta; justicia sin corrupción, con jueces intachables en su conducta dentro y fuera de un recinto.
La crisis moral se soluciona desde arriba hacia abajo, tomando acciones rápidas en contra de lo inmoral y pensando con sentido para el bien común.

José Luis Senlle
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domingo, 24 de julio de 2011

RESCATAR LA DEMOCRACIA


Las ideologías son ideas basadas en un sistema de enunciados básicos y juicios de valor, provenientes de un movimiento o política social.
Las ideologías suelen constar de un programa y una representación del sistema.
El programa es lo que está escrito, basado en una visión de la realidad, en un preconcepto, en un juicio previo.
Imaginemos que el programa no está escrito, entonces es una idea en el aire, realizada por la persona que pensó como cambiar o revolucionar una situación.
Esa idea no escrita, lanzada al aire, por intermedio de un líder carismático; solo es una idea sin bases ni fundamentos y menos discutida por otros.
Si ese líder carismático, llega al gobierno, con una idea no escrita, que no se pueden discutir sus fundamentos; ya no es un gobierno democrático, es fascismo.
El fascismo es un proyecto, no escrito, que pretende instaurar un corporativismo totalitario, con una economía dirigida y su base intelectual es la sumisión de la razón por parte de un líder carismático a la sociedad, todo esto disfrazado de socialismo de estado.
Ahora bien, me surge una pregunta: ¿Por qué los habitantes de una República como lo debería ser Argentina, nos dejamos convencer por un líder carismático, fuera de época, por un sistema de gobierno que quedó demostrado que nunca sirvió?
Parece que en nuestro país prevalece el pensamiento nostálgico de una época que no fue.
Parece que no sirvieron de nada las experiencias pasadas como los golpes militares, los años 70, las luchas armadas, la guerra sucia y el pensamiento globalizador de los 90.
La democracia existe, discutiendo ideas, sobre papel, con sectores que no corresponden a los mismos partidos; la verdadera democracia existirá cuando haya verdadera independencia de poderes y el congreso funcione libremente.
La verdadera democracia es discusión, disenso y consenso, cuando se vota a un partido y no cuando se vota a un líder carismático; las ideas son partidarias y no individualistas.
Habrá democracia cuando los partidos mayoritarios discutan políticas a realizar y no cuando lancen nombres y hombres con caras bonitas y sonrisas blancas.
Propongo una democracia basada en la escritura y deliberación de ideas escritas, siguiendo un plan de gobierno hablado con anterioridad a las elecciones.
Propongo una democracia basada en la educación, para que el compatriota piense, enseñándole a razonar y a discutir con propiedad.
La verdadera democracia la hacemos con compromiso, siendo fiel a los principios de la constitución y no con viejas ideas ya caducas preglobalizadoras.

José Luis Senlle
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domingo, 17 de julio de 2011

ALEA JACTA EST, KLEOPATRA.


Ptolomeo XII, Faraón Egipcio, hijo de Ptolomeo I (el salvador), general Macedonio, que luchó junto Alejandro Magno en las conquistas de Persia, allá por los años 380 AC.
Heredero de una larga dinastía que reinó casi 300 años el actual Egipto.
Ptolomeo XII, conocido como el flautista bastardo, reinó en un periodo (80-51 AC), plagado de corrupción; adoraba las fiestas, los grandes banquetes y el buen alcohol; preparaba el terreno para lo que luego iba a suceder, la conquista de Egipto por parte de Roma.
Ptolomeo XII, casado con Cleopatra V (su hermana); tuvieron dos hijos: Ptolomeo XIII y Cleopatra VII. Éstos hermanos, casados por el rito Egipcio, fueron la última dinastía Ptolemaica que gobernó Egipto.
Cuando Egipto fue visitada por el general Romano Pompeyo, que escapaba de su amigo y rival Cayo Julio Cesar, fue asesinado por orden de Ptolomeo XII; para congraciarse con el autor del pensamiento, “la suerte está echada”.
Excusa perfecta de Julio Cesar, para conquistar Egipto y reemplazar a su faraón, por su hermana Cleopatra. Ella veía un poco más allá de las posibilidades de conquista, veía la unión con Roma. Tanto fue así que quedó embarazada de su heredero, llamado Cesarion.
Asesinado Cesar, en el foro romano, por conspiración de su amigo Brutus; Marco Antonio, declarado enemigo de Roma, decidió ir a las tierras de Cleopatra para cuidar la conquista y terminó envuelto en los brazos de la faraóna egipcia.
Octavio, primer emperador romano, derrotó a Marco Antonio y Cleopatra, en la batalla naval de Actium en el año 31 de nuestra era, llevando así a una hegemonía de casi 400 años.
Las historias de amor y poder en política, nunca dieron buenos resultados a largo plazo.
Traigo ésta hermosa historia a la actualidad, porque me parece sorprendente el parecido con lo que estamos viviendo.
Muerto Néstor Kirchner, el veintisiete de octubre de dos mil diez, Cristina Fernández, su viuda y faraóna, ya tenía pensado lo que sucedería. Tomó a su ministro, como futuro acompañante al trono; éste, “Marco Antonio” actual, con menos cultura que el original, si conociera la historia, quizás, no aceptaría su puestito.
Graves daños han hecho los faraones como los presidentes cuando están enamorados, gobernar en conjunto por amor a otro y no por amor a su país, no permite pensar en estrategias que sirvan a las naciones.
Sabemos que la actual presidente, carece de tácticas y estrategias para gobernar, solo busca “vender” la imagen de Cleopatra, a un pueblo que carece de trabajo, anestesiado con pan y circo como en el coliseo romano.
Las políticas actuales aplicadas por la Sra. no son actuales, tienen dos mil años de antigüedad que buscan perpetuarse en el poder, que es parte del placer.
Recordando la frase dicha por María Antonieta “sino tienen pan, que coman torta”, veo en un futuro no muy lejano, una revolución al estilo intelectual de la francesa; solo cabe esperar las votaciones de octubre próximo para saber cómo sigue nuestra historia.

José Luis Senlle
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domingo, 10 de julio de 2011

LA EDUCACIÓN COMO PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA


Tanto en los debates políticos, como en los trabajos y como en la vida misma, he notado una estrategia, ya común, que los que están de cerca no lo ven.
Esa estrategia es el facilismo; facilismo dictado desde arriba, a saber, desde los jefes o encargados de dictar las estrategias.
Una estrategia es el conjunto de acciones planificadas en un determinado momento para llegar a un fin, generalmente oneroso; la táctica es la forma de llevar las acciones estratégicas adelante. Es decir, la estrategia es el cerebro de la acción y la táctica es el tacto.
Cuando un jefe posee una estrategia, debe poseer una o más táctica, ya de antemano; planificando, voy a hacer esto a largo plazo.
Si es erróneo el uso de las herramientas, es seguro, que las estrategias aplicadas saldrán mal. O se cambia de estrategia, o se desecha la herramienta.
Cuando un líder tiene una estrategia complicada, con tácticas simples, el trabajo del líder es mayor; por el contrario, si tiene tácticas a la altura de la estrategia, saldrá mejor y en menor tiempo su complicada estrategia.
La mediocridad de un jefe, se basa en equivocarse de tácticas, para su estrategia, es decir, no saber utilizar las herramientas para llegar al fin.
En nuestro país, la mayoría de los líderes, no posee estrategias a largo plazo; es por eso que cuando tienen tácticas a su alcance, en un momento determinado, no saben qué hacer con ellas, hablo de tácticas complejas, por ejemplo, darle órdenes a un personal desubicado para su puesto. Al no tener largo plazo, se queda con el corto plazo.
Con una conducción mediocre, desde lo alto del poder, sin una conducción fuerte, sin estrategias a largo plazo, el exterior lo mira desde afuera, perdiendo su confianza para realizar inversiones, por la inestabilidad de la conducción política.
La planificación estratégica se realiza pensando el cómo queremos ganar, con las tácticas que poseemos, sino se tienen buenas tácticas, buenas herramientas, la estrategia se diluye.
La mediocratización, ya lo tomo como verbo, porque es una acción; es el carecer de estrategia, tener los medios tácticos sin usarlos; el mediocre tiene táctica y no sabe qué hacer con ella, ya sea por falta de conocimiento, porque no sabe o porque no es líder pensante sino carismático o extravagante.
Entonces me pregunto: ¿Por qué la gente elige lo que elige? La respuesta es simple y concreta, a la gente le falta táctica, no tiene los elementos necesarios para la planificación estratégica y por ende, hace lo que puede con lo que tiene, sin tener una planificación estructural para un futuro mediato e inmediato.
La herramienta más importante y hasta ahora la única al alcance de estos tiempos mediocres, es desmediocrizar al pueblo.
Los actuales planes de estudios obligatorios, han demostrado que no sirven, porque contienen una enseñanza dogmática y como todo dogmatismo, es erróneo, por tomar una verdad a medias como absoluta y la verdad reinante en el momento actual.
No existen las verdades ni momentos en la educación, la misma es, porque es; más allá de todo prejuicio.
Es fundamental la estrategia educativa en un plazo no mayor a cinco años, cultivando a los educadores, sin dogmatismo ni verdades absolutas.
La educación es darle las herramientas necesarias al pueblo para poseer tácticas, integrándolos como sujetos activos de una planificación estratégica a largo plazo.
La única arma que conozco para ser un país estable y confiable es la educación planificada. Tememos que comenzar desde muy abajo y saltar para ser posibles.

José Luis Senlle
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domingo, 3 de julio de 2011

PENSAMIENTOS EN UNA TARDE FRIA


Fría la tarde, el sol está lejos y las situaciones que nos manejan muy cerca; no podemos pensar, no podemos ver actitudes dañinas de los que nos pretenden gobernar.
Cuando se deben hacer propuestas para un futuro gobierno, los pretendientes al “puestito”, no las hacen, prefieren ver los errores en los otros, guiarse con encuestas; la política cayó muy bajo, tan bajo que ni propuestas para hacer tienen.
No escuché, ni tampoco pude analizar, las propuestas de ningún pretendiente, porque no las tienen. Los tres principales candidatos a una jefatura electiva, no fueron, porque dicen que les dan altos los números en las encuestas.
Lastimoso es ver a uno de los candidatos pasear por el sur de la ciudad, haciéndose ver la cara para que lo reconozcan; otro de los pretendientes a una renovación postural, paseando por el norte, diciéndole a la gente que él es el más lindo, cerrando los oídos a las críticas, tratando que no se le note la hipocresía, total, gano por encuestas.
La falta de respeto hacia los contrincantes, es ya, inconcebible. Se hace política por descarte y ni les cuento la gestión.
Al no poder comunicarse, con los “enemigos”, cada uno hace lo que quiere y el votante elige el menos malo, o el más lindo de cara.
Para no quedar mal, porque sabe por sus encuestas, que le dan ganador; se manda a un tercero o cuarto de una lista sabana; es de muy mal gusto que no se presente, ni siquiera al campo de batalla, faltándole el respeto a sus soldados, ellos lo querían ver.
Lamentablemente, las encuestas mandan en una política mediocre y vil, donde ya no hay pruebas para la gestión, sino el “mejor malo conocido que bueno por conocer”.
Se precisa el cambio y que todos trabajemos mancomunadamente para que ello se produzca; pero el egoísmo, la necedad y la cobardía disminuyen la calidad del crecimiento.
Propongo campaña seria, con inteligencia y con políticas serias; propongo un cambio giratorio desde la belleza corporal a la belleza espiritual, un hombre con mal espíritu no debe llegar a competir a nada.
Propongo que el gobernante no tenga despacho, su despacho debe ser la gente que lo eligió.
Propongo compromiso ciudadano durante los cuatro años que se gobierne y no los últimos dos meses de gestión.
Soy iluso en una época banal y mediocre, pero es lo que siento y me propongo hacerlo.

José Luis Senlle
www.jsenlle.blogspot.com