sábado, 14 de mayo de 2016

EN BIEN GENERAL Y POR NUESTRO BIEN EN PARTICULAR.





Estoy sorprendido que en un país tan grande y rico como Argentina, haya tantos psicópatas como habitantes, no generalizo, solo me sorprende encontrármelos todos yo.
Ayer fue un día atroz, descubro cosas que no las puedo decir, no por miedo, sino por respeto a los que estamos fuera de una institución y algunos buenos que están dentro y son destruidos como seres humanos, callan… Por el solo hecho de pertenecer.
Las autoridades de dicha institución, que no voy a nombrar, el 80% son psicópatas y no sé si me quedo corto, lo digo porque ésta gente parasita a los demás y los demás no se dan cuenta de la parasitosis que sufren.
Cuando alguien es un psicópata parásito, presiona a los otros para que sigan parasitados y sean complementarios, victimas; tardarán en darse cuenta que ya no son parientes que se relaciona mediante la institución.
Cuando uno trabaja para los demás y no trabaja para sí, se siente decepcionado porque de la otra parte no viene nada a cambio, ni siquiera una demostración de afecto, son solo palos y cadenas de madera; no llegan a ser cadena de metal, como lo hicieron creer al principio.
Los psicópatas se manejan con notas y expedientes judiciales, sean internos o externos y, el complementario de ésta mayoría tiene dos salidas: O sigue y obedeces, alimentando así el circuito; O se aleja y se va herido de la institución por no encontrar lo prometido por los parientes.
En el interín de esperar a que se vayan los psicópatas, el perteneciente deja de ser,  para ser parte de la institución psicopática, pasa en todos los órdenes de la vida.
Los psicópatas manejan jueces, fiscales, oradores y demás miembros de la institución; éstos personajes llegan rápido donde quieren llegar, pisando cabezas y rompiendo corazones.
La institución, gracias a sus autoridades, está dormida porque los psicópatas están despiertos y nadie reacciona ante tamaños personajes, los buenos le tienen miedo y con el miedo no se hace hombre nadie.
Cuando se reclama algo, los esclavos dicen: preguntémosle a los de arriba.
Me pregunto: ¿Dónde quedó la libertad del hombre?
¿Dónde quedó la unión del hombre?
¿Dónde quedé la igualdad del hombre?

La institución está dentro del hombre bueno y de buenas costumbres aunque los psicópatas se encuentren dentro.

JOSE LUIS SENLLE.

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